miércoles, 29 de julio de 2015

Todas las chicas besan con los ojos cerrados


Hola, monstruitos de los libros. Hoy es miércoles y, por tanto... toca crítica. El libro que me he leído esta semana ha sido "Todas las chicas besan con los ojos cerrados", de Enric Pardo. (AVISO DE SPOILERS; LEEIS ESTO BAJO VUESTRA RESPONSABILIDAD) (EN ÉSTE  POST TAMPOCO HAY DEMASIADO SPOILERS, ASÍ QUE PODÉIS SEGUIR)
Lo primero que vemos en un libro siempre es la portada, claro. En este caso, a mí no me llamó mucho la atención, y creo que con una algo más elaborada quizá atraería a más gente. Aquí la podéis ver:
Sin embargo, he de decir en su defensa que las he visto peores, y realmente no está tan mal, pero creo que se le podría haber sacado más provecho. Vale, dicho esto, podemos pasar a la crítica de la historia, que es lo que importa en este blog.
La historia no está nada mal, las cosas como son, pero tampoco entra a mi lista de favoritos. A mí personalmente sí que me ha gustado, pero no es como para decir que es EL libro.
Me han resultado extraños algunos aspectos, sobre todo del principio del libro. Es básicamente eso de "amor a primera vista·, tal cual. Álex (el protagonista) va a la fiesta de su amigo Martín, y allí conoce a una chica que se llama Natalia. Y ya, desde ese primer instante, pierde la cabeza pensando en sus ojos y todas esas cositas bonitas, como si se hubiese enamorado. Aquí destaco que los protagonistas tienen ya treinta y pico años, por lo que no se trata de un capricho adolescente. Es un capricho de adultos. Desde luego, Álex también hace sus propios planes para mantener relaciones (aunque eso no llega más allá de su mente)

Al muy poco tiempo, me extrañó mucho una frase de Álex, que decía más o menos que había sentido una punzada de dolor cuando ve a Natalia (la chica) con otro hombre.. No lo recuerdo exactamente, pero creo que solo se habían visto el día de la fiesta, o como mucho un día más, pero creo que ni eso. El único dolor (según yo) que podría sentir entonces es el de perder una oportunidad de noche loca, aunque eso sería más bien rabia.



He de admitir que hubo un momento que hizo que me saltara la risa tonta. Esto ocurre cuando al "prota" le da un subidón de autoestima bestial (aunque breve) y comienza a auto-alagarse como una fiera.
                                          
                           

Y también ha habido algún momento que me he quedado en plan \(ºoº)/ ´DA FUCK. Como, por ejemplo, ese momento en el que no sabía si comparar a Álex y Natalia con un ratón y un trozo de queso era una metáfora buena, o más bien una rara. 






Puede que ambas cosas.
La historia continúa, y la verdad es que no tengo muchas más quejas. Tan solo he encontrado que el autor es bastante recurrente a palabras en inglés. Bueno, quizá no tanto; aunque no sepas inglés la historia se entiende, ya que solo aparecen de vez en cuando, pero para ser un libro escrito en castellano, pues eso. Y el capítulo 9 está sobrecargado de la palabra Matrix, y ahí sí que quizá recurra mucho a esa palabra. Por lo demás, lo dicho antes. No es de mis favoritos, pero a mí me ha gustado. Un punto muy a su favor es que yo siempre me quedo con la duda de "¿Qué hubiera pasado si...?" o "¿Cómo será la vida de este personaje que es pasajero en la historia?". Pues con este libro no me ha pasado. El autor se encarga de decirte qué hubiera pasado si las cosas hubiesen sido distintas, o te resume el futuro de ciertas personas, y eso se agradece. Es el factor que más me ha gustado del libro.  Es interesante, se ve las vueltas que da la vida, y demás. Se podría decir que es un libro... ¿romántico? Pero no es una historia pastelosa de esas que te hacen vomitar arco-iris 

¿Recomendable? Pues sí, lo es, yo lo recomendaría. Pero también recomendaría no depositar demasiadas esperanzas, porque puede que se quede por debajo de vuestras expectativas. Y bueno, hasta aquí la crítica de hoy, ¡que leáis felices!

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